Sucede que a veces la vida mata, y el amor te echa silicona en los cerrojos de tu casa O te abre un expediente de regulacion Y te expulsa del eden hacia
Cuando todo oscurezca, el escucha, habla ella, cuando la tarde naranja desenrede la madeja, cuando mi cuerpo tirite y tenga lista la maleta has de disponer
Volvere temprano, no dejare que se seque tu noche ni el ficus de la entrada. Dare luz a los peces que navegan por la casa, y en tu vientre no habra marejada
Alicia, brujula y equilibrio. Una tarde en un cine rompiste el maleficio y otro mundo es posible. Alicia, emprendamos el vuelo. No habra quien nos detenga
?Sabes? No me canso de espiarte entre la seccion de ofertas y menaje del hogar. Llevo como tu tu nombre grapado en mi pecho y, en mis manos, las espinas
Todo es fragil: tu costumbre de amarme, mi fe, el silencio y la vida que duerme en un vagon de tren. Tu contrato fugaz, la memoria, este hilo de voz,
La vida era un simulacro de lo real hasta que el viento trajo tu voz a mi habitacion. Inesperada como tormenta en tiempo estival, como el olor a tierra
oscuro de un rincon deshabitado. Alli quisiera volver a menudo. Alli habia un universo y una carcel de juguete. "Senor Serrano: a la pizarra". "?Senor Serrano
La lluvia suspendida en los neones arana mis pulmones y el barniz rojo metalizado del coche que te ve salir del metro de Callao, envuelta en una nube
Estamos a salvo del filo de la noche, de bares donde rompen el humo las canciones, de las putas con frio, del alcohol en la calle, del sexo transparente
Mi dulce memoria, has sido enterrada a los pies de un arbol hendido, por esta tormenta de rayos catodicos, horrores y luz de espejismo. Rojas amapolas
No das respuestas ni luz a mi jardin, y no hay guerrero que descanse en ti. No hay luna de agosto, ni lluvia de abril, que no haya dormido antes en ti
La arena de los relojes hizo crecer el desierto. No digas que aqui hay silencio, podras decir que no oyes. A los campos de Tinduf no llega ese rumor
Me tendre que acostumbrar a esta fria soledad como un viejo con dias contados a su enfermedad. Y nombrarte o esperarte en un cafe, y padecer otro principio
Como una luna nueva, como el metro de Madrid, negro como una caries o un septiembre estudiantil. Como la certeza de que no suenas conmigo, negro era
Ahora que la adolescencia es un septiembre lejano, humo de cerveza en un portal, un verano inacabado. Algunos anos en la facultad de ciencias, papeles
Si Peter Pan viniera a buscarme una noche azul, que me sorprenda a oscuras. Por favor, que no de la luz, no vaya a descubrir que suelo mentir cuando juro
Mis manos y estas calles son laminas de hielo. Te busco perdido por San Telmo, colgado de los cables que unen los tejados. La lluvia cae como una vieja